Efeméride 8 de octubre

 

5 comentarios

  1. Ja ja! Una efeméride genial y humoristica como pocas! Es verdad lo de la barra de chocolate que se derritió por la intensidad de las ondas, lo cual choca con la estrambótica historia que alguien me contó hace años de que el descubrimiento de las microondas se debió a la aparición de un operario de radar calcinado en una estación en el desierto. La gente no sabe que inventarse.
    Marc, ha plasmado con genialidad la ansiedad de los nativos, corriendo con sus presas hacia el horno sin poder esperar un segundo más.
    Felicitaciones, muchachos!

  2. La verdad, es que no sabía que la cocción por microondas era tan antigua. Me pareció muy divertido tanto el guión como el tratamiento visual.

  3. Hay que tener en cuenta el momento exácto de la invención o descubrimiento, y el largo proceso hasta su introducción en la sociedad y su transformación en algo de uso común. Por ejemplo (y estoy seguro de que algún día Blas nos deleitará con su efeméride correspondiente) la televisión se inventó a finales de los años 30 del siglo XX, pero no se hizo común ni pasó a uso público hasta casi 20 años después, y eso sólo en USA. El resto del mundo todavía tuvo que esperar más, je je.

  4. Curiosamente, si bien lo que dice Allmanzor suele ser el caso para la mayoría de las tecnologías, que necesitan un tiempo de ‘refinamiento’, los microondas comenzaron a utilizarse en algunos restaurantes estadounidenses en el mismo año de su patentamiento. Claro que se trataba de unos armatostes enormes que nada tenían de parecido con los microondas domésticos que se irían popularizando con el tiempo (y a medida que los costos y el tamaño se reducía). Supongo que también las normas de seguridad debieron de irse perfeccionando. Nada nos dice la historia acerca de aquellos primeros cocineros que utilizaban microondas muchos más primitivos y probablemente poco seguros. No hay que olvidar que así como las microondas actuaban sobre la barra de chocolate de Spencer, también actuaban sobre toda su humanidad. No sería de extrañar que el final de muchos de los técnicos pioneros de aquel entonces estuviera relacionado con algún cancer de otro modo evitable.

    Y por cierto, ¡gracias por seguir disfrutando de nuestras queridas efemérides!