Hello

15 comentarios

  1. Grandísima historia desarrollada en tan poco espacio y apoyándose en un dibujo muy expresivo. Felicidades a ambos.

  2. La primera viñeta empieza con solemnidad y seriedad, para pasar a la segunda en la que ya me estaba muriendo de risa. La historia en el fondo puede ser trágica, pero tiene un aire muy divertido. El smiley saludando, como representación de un pensamiento consciente nacido de la internet, da que pensar: ¿Es un saludo sincero de un recién nacido ansioso por comunicarse bondadosamente? ¿O por el contrario se rie diciendo «Estáis en mis manos»?
    El dibujo es genial y muy efectivo.
    ¡Felicitaciones!

  3. Gracias, gente, por tan buena recepción. Fue un lujo colaborar en este breve relato con Pablo. Ha hecho mucho por dinamizar un guión que, como notarán, era bastante estático.

    A tu pregunta, Allmanzor: es imposible saberlo, pero estando el 90% de la Internet dedicada a la pavada y la frivolidad, no creo que debamos temer demasiado a esta inteligencia artificial, jeje.

  4. En alguna parte leí que el 90% de Internet corresponde a la pornografía. Así pues, nuestra criaturita sería un «obseso» de mucho cuidado.

  5. Este es un tema muy interesante. Resulta que los buscadores de internet tienen un filtro activado por defecto para evitar las páginas e imágenes pornográficas de forma descontrolada. Si dicho filtro se desactiva, como me ocurrió a mí una vez por error (en serio!), prácticamente cualquier búsqueda que se realiza muestra resultados pornográficos. Sea lo que sea que se busque. Es realmente increible…

  6. Sí, vale Allmanzor. Ahora ya sabemos de dónde sacas la inspiración para dibujar esas chicas tan contundentes. Je, je.

  7. ¿Pero de qué estamos hablando, Serafín? En una entrada reciente te leí elogiando a las voluptuosas chicas de tapa como musas inspiradoras. Me parece que hay más de una criatura de temer en los alrededores, jeje.

  8. Ja ja! 
    No sé los demás autores, pero en mi propio caso, cuando escribo o dibujo, me mueve siempre la pasión: por ciertas tecnologías, por los ingenios espaciales (ficticios o reales), por las mujeres (ficticias o reales, ja ja ja) y creo que si un Ente como el de la historia de Blas careciera de dicha pasión, podría pensar, paro tal vez nunca llegar a crear…

  9. De acuerdo, cada cual transparenta sus obsesiones a través de sus respectivos medios de expresión. Las «escenas de cama» de mis novelas estaban plagadas de descripciones pornográficas, pero fui depurándome hasta llegar al erotismo (o eso creo). Aunque, hoy por hoy, tampoco recurro demasiado al recurso erótico. Me estoy haciendo viejo.