Editorial 21

portada21Velocidad de cocina es la que alcanza esta nave que es Exégesis. Así es, no crean ustedes que el lema de este número es una errata. Permítanme explicarles. Cada creación que publicamos en nuestra revista es fruto de un trabajo hecho con dedicación, con mimo; de la misma forma en que se preparan en la buena cocina los mejores platos. Las obras publicadas en esta revista rara vez son producto de un solo autor. Detrás de un cómic —como mínimo—, siempre hay un guionista y un dibujante, aunque no son pocas las ocasiones en que participan además un colorista y un rotulista. Ocurre lo mismo en los relatos ilustrados, en los que siempre hay un escritor y un ilustrador que a veces necesitan la colaboración de un colorista. Todo es un trabajo coral que por lo general no suele valorarse en su justa medida.

Coordinar el trabajo de tan dispares autores hace que el que aquí suscribe se sienta como la pequeña criatura de la portada, que maravillada observa a través de la ventana un mundo increíble. Ser testigo de la génesis de tantos trabajos, en los que el talento borbotea como lo hacen los guisos realizados a fuego lento, hace que permanezca con fuerza el entusiasmo por mantener el rumbo de esta publicación hacia el universo profesional.

Exégesis nació de la pasión por el cómic y la ciencia ficción. Por puro amor al arte se ha logrado publicar los veinte números que a día de hoy están disponibles en descarga. Y todas las personas que de una u otra forma participamos en esta revista conocemos el enorme potencial que tiene todo esto. Eso significa que hemos alcanzado velocidad de cocina. Porque todo el arte aquí contenido está preparado para ser servido más allá de la red. Ustedes saben por qué…

Porque esto es ficción.

Ciencia ficción.

Esto es Exégesis.

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